¿Conoces esas películas en las que dos personas preparan la cena juntas y una de ellas derrama comida en el piso y de repente están en una pelea de comida en su propia cocina? Hay espaguetis volando por todas partes, salsa en el techo y, a pesar de todo, se están riendo. Una cacerola se convierte en un escudo, una cuchara de madera en una espada y los niños hambrientos deben ser rescatados del dragón que respira fuego.
Pero no pasa así en mi casa.
En mi casa, cuando derramo comida en el piso, la sigo hasta el suelo porque estoy abrumada mucho del tiempo. Cuando la comida se quema, en lugar de reírme, me disculpo durante toda la comida porque no resultó como había planeado. ¿Te suena familiar? Ésta es literalmente mi vida cada día.
A excepción de jueves.
El jueves todos los tallarines de espagueti - el bolso entero - terminaron en el piso. Los aclaré mientras que el agua vino a ebullición y los pegó en el bolso de nuevo para mantenerlos limpios. Después, los tallarines pegaron todos juntos. Después, olvidé iniciar un temporizador. Después, los tallarines no se desprendieron. Quería rendirme y pedir pizza, pero en su lugar, dije "¡de ninguna manera!" Me reí en su lugar. Creo que Sterling pensó que estaba actuando loca porque se rió nerviosamente y me preguntó si estaba bien. Le dije que no, pero que lo estaría.
Me ayudó a separar los tallarines, pusimos la mesa y cenamos. Realmente fue una cena muy normal, y fue muy agradable. Fue agradable sentirse como una familia normal por una vez.
Y luego que comencé a leer todo lo que tenía que hacer antes del viernes, pude sentir que aumentaba la ansiedad. Me sentí como un volcán a punto de estallar. Me di la vuelta y dije: "¡¿Sterling?!" Eso fue todo lo que pude decir sin correr el riesgo de una erupción total.
Respiré profundamente. Bebí un poco de agua. Me paseaba de un lado a otro. Pensé que estaría bien, así que comencé a explicar lo que me abrumaba y la próxima ola me pasó, más fuerte que antes. Bebí más agua, respiré más profundamente, comencé a llorar, pero esta vez decidí rezar. No en voz alta, solamente en mi corazón.
Dios me escuchó. Escuchó y envió una ola de calma y paz sobre mi corazón.
De repente, la ansiedad desapareció.
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Sin embargo, no solía ser así.
Solía llorar incontrolablemente por nada durante horas. (Todavía lo hago a veces).
Solía volver a casa sintiendo que no era lo suficientemente bueno y que nada de lo que hiciera equivaldría a nada. (Todavía lo hago a veces).
Solía decirme que nunca sería perfecta y que no valía el amor de otra persona. (Ya no lo hago así).
Solía decirme que no era bonita, hermosa, sexy ni nada. Que era simplemente común, aburrida, yo. (Todavía lo intento a veces, pero mi esposo me corrige).
Solía dejar que la ansiedad se apoderara de mí. (Todavía lo hago a veces).
Pero he decidido que, como la gente del Libro de Mormón y tantos otros, quiero luchar por mi vida personal y mi libertad. Quiero la libertad de derramar espagueti en el suelo y reírme de ello. Quiero la libertad de ver todas mis tareas y decir, está bien, puedo manejar eso. Quiero la libertad de volver a subir cada vez que caigo. Quiero ser una esposa que sostenga a su marido. Quiero ser una madre que juega con sus hijos. Quiero ser valiente
Así que me recuerdo todos los días que soy una hija de Dios, y que Él me creó para algo. "Él (me) hizo hermosa adentro, (me) hizo bella a Su vista". No quiero "prestar atención a la duda y la mentira" porque "Satanás es un lobo con piel de oveja".
Una noche, cuando me sentía particularmente abrumada, comencé a escribir un poema. Siempre ha sido algo que hago para calmarme y aclarar mi mente. Empecé:
"¿Han sentido así,
tristes y perdidos?
Las cosas que que digan,
los dejan dolidos.
No importa cuantas veces,
que los nombran hermosos.
¿Las cosas que recordarán,
son palabras dolorosas?
Tiré mi cuaderno al otro lado de la habitación. Estaba muy frustrada. Acababa de hablar por teléfono con un amigo y él me había dicho que leyera mis Escrituras, pero no quería hacerlo. Solo quería decirle a alguien cómo me sentía. Que me sentía lastimada y sin valor y que nunca haría nada bien. El pensamiento llegó de nuevo, "lee tus escrituras y ora". Dejé que su voz resonara en mi mente antes de decidir que tenía razón. Abrí el Libro de Mormón y comencé a leer. Me sentí más tranquila. El Espíritu comenzó a susurrarme al oído:
"Cuando sientes,
que no puedes más
aguantar el sentido,
de tu vida fracaz.
Oh recuerdas,
No eres sola.
Oh recuerdas,
en Él quien te hizo.¨
En veinte minutos, había escrito toda la canción. Me gustaría compartirla contigo. Entonces, para cualquiera que sienta que no es lo suficientemente bueno, esto es para ti.
Letra:
¿Han sentido así,
tristes y perdidos?
¿Las cosas que digan,
los dejan dolidos?
No importa cuantas veces,
que los nombran hermosos.
Las cosas que recordarán,
son palabras dolorosas.
Cuando sienten,
que no pueden más
aguantar el sentido
de su vida fracaz.
(Coro)
Oh recuerden,
no están solos.
Oh recuerden,
en Él quien los hizo.
Su Padre los ama,
y los conozca.
Quiere protegerlos y
ser su estrella norteña.
Él los hizo,
hermosos adentro.
Él los hizo,
bellos a su vista.
Miren al espejo,
enfrenten su reflejo.
El amor de Dios los acompaña,
porque son Sus hijos.
Algunos los digan,
que no es verdad,
que son patitos,
cuanod no es su identidad.
No presten atención
a la duda y mentira.
Satanás es un lobo
con piel de oveja.
(Coro)
No dejen de esperar
ni de amar.
Mantengen fieles,
los está cuidando.
Miren adentro a lo que
los hace quienes son.
Él los hizo con
propósito de corazón.
No hay que temer,
los ama por quienes son.
No hay que correr,
les preparó una mansión.
(Coro)
Oh recuerden,
no están solos.
Oh recuerden,
en Él quien los hizo.
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